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23 centímetros, no está tan «gruesa»…

Joaquin Ferreira, el actor argentino de 23cm

instagram @jsoyjoaquinf

Tiene un buen rato que no iba al teatro, entre falta de tiempo, exceso de trabajo y -lo confieso- desidia. Pero ya necesitaba «una alegría» y  revisando mi lista de obras por ver tenía entre otras “23 centimetros”, pero como había escuchado y leído no muy buenos comentarios, dudé ir… Sin embargo, como no me gusta influenciarme tan fácil, si algo se me antoja, hice mi investigación en social media, y me encantó su pronta respuestas en redes sociales, lo que habla de que están updated y atienden bien a las audiencias.

Además, luego de haber visto Club de Cuervos era un must ver en teatro a El Potro. Por lo que me lancé a la taquilla, compré mi boleto a buen precio en buen lugar, y me a ver… Confieso que tenía cierto “resquemor” ya que algunos medios decían que era vulgarsona… La realidad es que CERO, y miren que me chocas las comedias de albures, corrientadas y esos rollos. Si hubiera sido así, neta me salía. Pero…

¿De qué va? 

Es la historia de un prostituto “fino” (call boy o escort), que tiene la peculiaridad de estar casado; su mujer es su pimp (“madame”); y se aman aunque ya no se tocan… Nos cuentan las aventuras de Óscar (Joaquín Ferreira) en el negocio, cómo y por qué empezó y se enfocan en su «relación» con 2 clientes distintas: Una que se las sabe de todas todas (Olivia Collins), y otra que quiere saber lo que es un buen orgasmo (Sugey Abrego)

 

Me llamó particularmente la atención que en esta época en que desde mi punto de vista existe un doble discurso en que por un lado el tema recurrente a lo largo del año ha sido cómo las mujeres son «débiles» ante los hombres; «víctimas», “abusadas” y acosadas sexualmente por muchos hombres a su paso. Y por el otro, un discurso paralelo (con el que estoy 100% de acuerdo) que manifiesta que las mujeres tienen las mismas competencias laborales y ejecutivas que un hombre; que deben ganar lo mismo y que pueden ser ejecutivas de alto nivel, empresarias y presidentes de naciones… Confieso que esa dicotomía me incomoda porque soy un convencido de que una mujer es poderosa no por ser mujer, sino por las habilidades, cualidades y fortalezas que desarrolle a lo largo de su vida; es valiosa por ser un ser humano, por existir y que no necesita pitos que la defiendan… Porque una mujer empoderada; puede dejar al marido que la maltrata; trabajar, enfrentarse al jefe que la trata mal; al hombre que la “sabrosea” y ¡Puede darle un grito a un tipo que le falte al respeto en la calle! Si no, pregúntenle a Claudia Silva –Ximena de la Macorra– de Dispara Margot, qué hace cuando alguien le dice un piropo vulgar o incómodo.

 

En fin, el punto es que 23 centímentros es una obra en que las mujeres tienen poder y control sobre sus vidas; son profesionistas, autosuficentes y empoderadas; que buscan el placer sin “suplicárselo” a un hombre. Y el twist que me parece genial es que los hombres son los “objetos” sexuales; sumisos; maridos insultados, maltratados, “cornudos” y hasta explotados sexualmente por su cónyuge. ¡Y nadie en la crítica resalta este tema! Quizá por sentir que los 23 centímetros son demasiado…

 

Un montaje que toca –sin hacer de eso un tema- lo que debería ser un componente de la equidad de genero: una comedia en que los roles estereotipados están invertidos. Me pongo a pensar que la misma trama «al revés» sería una obra de denuncia, pero como aquí la mujer tiene el poder , el único argumento que se resalta es que sale un hombre desnudo… ¿¡Es broma?! ¡De verdad, es lo de menos! Y sí, es un factor que jala público, pero créanme (y no me empacho con cualquier alpiste) que al final, es lo que menos recuerdas.

Lo que resalta para mí, es que se da un cambio de roles total: no es la mujer la que es “piropeada” y “sabroseada” sino la que ¡piropea y manosea..! Las mujeres viven sin culpa su sexualidad; se dan permiso de gozar; de «echarse una canita al aire»… ¡Parece muy vanal, pero en una sociedad tan conservadora y machista, es realmente transgresor!

De verdad, la recomiendo y las TOP 5 razones para verla:

1- ¡Te vas a divertir! Hacen burla de temas de actualidad, y tienen muy buenos gags. ¡Sugey es lo máximo!

 

2- ¡No es vulgar! El cuerpo no tiene por qué ser cuestión de pena y escándalo. Se ve un pene erecto ¿yyy? EL 80% de adultos en México lo ha visto de una u otra forma. Y el contexto de la obra lo justifica. Además de que el tipo es una escultura.

3- Joaquín Ferreira, un tipo uber fitness, deportista, culto y artista plástico (pintor) que expone en varios países. Además de ser un cuero, buen actor, y está muy divertido y encantador en su personaje.

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4. Olivia Collins, ¡Guapérrima! Cuerpazo y súper simpática ¡Ilumina la escena!

5- Sugey Abrego ¡Se lleva la obra! Qué mujer más chistosa y con una súper timing para la comedia ¡Un monólogo sobre temas políticos nacionales es la joya de su actuación!

De verdad, no te pierdas esta comedia de enredos 100% hembrista, que nos muestra desde una perspectiva pícara y “jocosa” cómo podría ser la vida, si nos quitáramos los tabúes y viéramos que el sexo ¡no es pecado! Y que mil mejor que ver asesinatos y heridos, es ver una perfección de 23 centímetros.