Para que un Plan de Entrenamiento sea exitoso es necesario pasar por diversas etapas con la finalidad de lograr mejores adaptaciones que nos hagan más eficientes a lo largo del macro-ciclo. Una de estas fases es el Entrenamiento Inestable, que te prepara para realizar ejercicios en los que se ve comprometido tu equilibrio y balance; gracias a un buen control a nivel articular y coordinación neuromuscular.
Con la irrupción y permanencia en el mercado fitness del Entrenamiento Funcional, es fundamental entrenar estas habilidades, ya que estos ejercicios tienen una mayor demanda a nivel neurológico que los que realizamos cotidianamente en máquinas o pesos libres con bases de sustentación más amplias y varios puntos de apoyo.
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Uno de los principales beneficios que te ofrece es que al fortalecer en mayor medida los músculos estabilizadores -los del “core” o tronco- y sinergistas (principales responsables de mantenerte en equilibrio); cuando vuelvas a las superficies estables, podrás incrementar las cargas que usualmente manipulabas, logrando aumentos significativos en tu masa muscular.
El Inestable incluye ejercicios unilaterales, alternados; así como bases de sustentación reducidas. A medida que tanto tu fuerza en el centro del cuerpo como tu control articular se incrementen, se incorporan a los entrenos dispositivos inestables como: bosu, tortuguitas, discos de balance, pelotas de estabilidad, entren otras. ¡Conócelo y dale retos distintos a tu cuerpo para que tengas nuevos y mejores resultados!
El principio rector del entrenamiento inestable es prepararte para que realices apropiadamente ejercicios en que existe una pérdida de la estabilidad del centro de masa en tu cuerpo. El centro de gravedad o masa del cuerpo humano es el punto respecto al cual las fuerzas que la gravedad ejerce sobre los diferentes puntos materiales que lo constituyen se mantienen en equilibrio. Éste no corresponde necesariamente a un punto material del cuerpo, mas debe caer sobre la base de apoyo.
¿Para qué es el Entrenamiento Funcional? CLICK
Los seres humanos logramos mantener el equilibrio gracias al sistema propioceptivo, que provee información total de los segmentos corporales en reposo o en movimiento. Nos da conciencia de nuestro cuerpo en el espacio, es decir, nos informa sobre la posición de los músculos, y la posición relativa de partes corporales contiguas. Regula la dirección, rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, sustentando la acción motora planificada. Actúa en el control del equilibrio y la coordinación de ambos lados del cuerpo.
En conjunto con el sistema propioceptivo, el sistema vestibular mantiene el tono muscular, coordina automáticamente el movimiento de los ojos, cabeza y cuerpo, manteniendo un campo visual estable y es fundamental en la percepción del espacio y en la orientación del cuerpo en relación a éste. El sistema vestibular o también llamado aparato vestibular esta relacionado con el equilibrio y el control espacial.
